Durante el fin de semana antepasado, junto a otros estudiantes pertenecientes a la agrupación Unión Tecnológica, nos dirijimos a la ciudad de Santa Fe. Allí asistimos a una jornada debate organizada por el Movimiento Nacional Reformista (MNR) en conmemoración de los 90 años de la reforma universitaria. En dicho evento se realizaron diversas charlas abiertas a debate y talleres sobre diversos temas referidos principalmente a la situación de las universidades actuales y obviamente, que pautas de la reforma son una realidad y cuales no.
¿Reforma universitaria?
Debo admitir que antes de conocer el evento al que asistí, no estaba enterado del movimiento conocido como “Reforma Universitaria” de modo que lo voy a tratar de explicar brevemente para aquellos que se encuentren en mí misma situación o mejor, simplemente hago un quote de Wikipedia:
Se conoce por Reforma Universitaria de Argentina, o Reforma Universitaria de 1918, el movimiento de reforma universitaria que se inició en la Universidad Nacional de Córdoba en 1918, liderado por Deodoro Roca y otros líderes estudiantiles, y que se extendió luego a las demás universidades del país y de América Latina. Entre sus principios se encuentran la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras, y los concursos de oposición y antecedentes.
Como pueden ver, la mayoría de los principios de la reforma estan aplicados hoy en día a las universidades Argentinas o al menos, en la UTN. Tenemos autonomía ya que la universidad esta gorbernada por sus miembros y no por el poder politico externo, tenemos cogobierno ya que los consejos directivos estan formado por docentes, no docentes y alumnos, tenemos periodicidad de las cátedras y concursos de oposición y antecedentes ya que todos los años el plantel de profesores se va actualizando y/o renovando de acuerdo a concursos y tenemos extensión universitaria ya que las universidades participan de la sociedad creando grupos de investigación y/o brindando charlas al exterior. Es decir, que los principios de la reforma se aplican perfectamente.
La realidad
Mirando por dentro a la universidad (como ya dije, puntualmente hablo de la UTN – FRRE) nos encontramos con que las actividades de extensión son muy pocas, exceptuando algunos equipos de investigación o alguna que otra jornada de charlas.
El llamado cogobierno es real, en el sentido que los alumnos tienen sus representantes dentro del consejo directivo junto con los representantes de los claustros docentes, no docentes y graduados. Acá mismo vemos que se cumple el principio de “autonomía” ya que la universidad esta gobernada por sus propios integrantes y miembros de su comunidad, no por políticos externos. Pero la otra cara de este punto, es que muy pocas personas de cada claustro (con énfasis en el de alumnos) se preocupa realmente por quien o quienes manejen la facultad, dejando así una libertad casi ilimitada para que la institución pueda ser manejada por personas que no representen realmente los intereses de cada claustro.
No es difícil notar que cualquier principio de la reforma, no se podría cumplir en su totalidad si esto último no funciona como debería.
El alumno
Esta claro que la principal prioridad de un alumno es estudiar las materias de su carrera y recibirse, pero es parte de esta formación, desde mi punto de vista, comprender que en ningún momento de nuestras vidas podemos considerarnos como un ente aislado, ni como estudiantes ni como profesionales, en todo momento debemos lidiar con cuestiones políticas y con más razón si estamos interesados en que las cosas funcionen como realmente deben funcionar.
La mayoría de las personas, ve la política universitaria como un pretexto de algunos para conseguir una ganancia por fuera de su objetivo principal (formarse como profesional) y esto es algo que solo puede darse como realidad, cuando se permite que esas personas sean quienes tomen las decisiones mientras que los demás no intentamos siquiera informarnos sobre como esta compuesta nuestra facultad o quien/es deciden que y/o bajo que criterio.
Es verdad que este tipo de personas existe, es verdad que muchos de los interesados en la política universitaria dejan de lado su carrera para dedicarse a buscar algún rédito por el lado político, ya sea monetario o a modo de propaganda, pero esto no tiene porque significar que siempre tenga que ser así y de hecho no debe ser así. Existen muchas personas que realmente desean mejorar el funcionamiento de la facultad, ya que al fin y al cabo, es algo que nos favorecerá durante nuestra formación y ya como profesionales.
Informarnos ya es un buen comienzo. Involucrarnos podría ser el siguiente paso, dejar de pensar en “los que están ahí no quieren estudiar” y darnos cuenta que nosotros mismos podríamos ser la excepción. Creo que todos conocemos nuestras verdaderas intenciones y absolutamente nada puede impedirnos cuanto menos, informarnos respecto a las decisiones que son tomadas en los distintos organos de la facultad que luego nos afectaran directamente a nosotros.
Involucrarse no tiene porque consumirnos más tiempo del que estamos dispuestos a dar. En ningún momento deberíamos retrasarnos en la carrera por una actividad “política”. Pero sí es necesario que nos involucremos de una u otra forma, aunque más no sea conociendo a los candidatos que existen para cada cargo y tomar una decisión respecto a sus propuestas y actividades.
Si en algún momento, por culpa de esa actividad, nos vemos obligados a dejar de estudiar, estara claro que lo que hicimos no tiene sentido. No podemos interesarnos por nuestra formación si nosotros mismos no nos formamos.